Entre todas las cosas, cuyo conocimiento le es necesario al hombre, la que primeramente, y entre todas las otras debe conocer, es el fin paraqué está en este mundo.
Saturday, August 24, 2013
Friday, July 12, 2013
San Luis Maria G. De Montfort
ES NECESARIO REZAR CON ATENCION
No basta, para rezar bien,
expresar nuestra súplica con la más hermosa de las oraciones que es el Rosario,
sino que es preciso hacerlo con gran atención, porque Dios oye la voz del corazón
más bien que la de la boca. Orar con
distracciones voluntarias seria gran irreverencia, que haría nuestros rosarios infructuosos y
nos llenaría de pecados. ¿Cómo osaremos pedir a Dios que nos oiga, si no nos
oímos nosotros mismos y si mientras suplicamos a esta augusta Majestad, ante
quien todo tiembla, nos distraemos voluntariamente corriendo tras de una
mariposa? Es alejar de sí la bendición de
este gran Señor, convirtiéndola en la maldición lanzada contra los que hacen la
obra de Dios con negligencia: Maledictus
qui facit opus Dei Fraudulenter (1er 48,10). Ciertamente que no podéis
rezar el Rosario sin tener alguna distracción involuntaria, y aun es difícil decir
un Avemaría sin que la imaginación, siempre inquieta, os quite algo de vuestra atención;
pero sí podéis rezar sin distracciones voluntarias, y para disminuirlas y fijar
la atención deben ponerse todos los medios.
A tal efecto, poneos en la Presencia de Dios, creed que Dios y su Santísima
Madre os miran, que el ángel bueno, a vuestra diestra, recoge vuestras avemarías, como otras tantas rosas, si son bien rezadas,
para hacer una corona a Jesús y María, y que por el contrario, el demonio está
a vuestra izquierda y merodea alrededor para devorar vuestras avemarías y
anotarlas en su libro de muerte, cuando no son dichas con atención, devoción y
modestia. Sobre todo, no dejéis de
ofrecer los decenarios en honor de los misterios y de representaros en la imaginación
a Nuestro Señor y a su Santísima Madre en el misterio que consideráis.
Se lee en la vida del Beato
Hermann, de la Orden de los Premonstratenses, que cuando rezaba el Rosario con atención
y devoción, meditando sus misterios, se le aparecía la Santísima Virgen
radiante de luz, de hermosura y de majestad.
Pero habiéndose después enfriado su devoción. Rezaba el Rosario a la
fuerza y sin atención, apareciéndosele entonces con el semblante alterado,
triste y severo. Como Hermann se
sorprendiera de tal cambio, díjole la Santísima Virgen: Me presento a tus ojos como
estoy en tu alma, pues tú me tratas solamente como una persona vil y
despreciable. ¿Qué fue de aquellos
tiempos en que me saludabas con respeto y atención, meditando mis misterios y
admirando mis grandezas?
Monday, July 8, 2013
De cómo debe rezarse el Rosario
ROSA XLI
Pureza del Alma
No es la duración, sino el
fervor de nuestras oraciones, lo que agrada a Dios y le gana el corazón. Una sola Avemaría bien dicha tiene más mérito
que ciento cincuenta mal dichas. Casi
todos los católicos rezan el Rosario, al menos una parte o algunas decenas de avemarías.
¿Por qué, pues, hay tan pocos que se enmienden de sus pecados y adelanten en la
virtud sino porque no rezan las oraciones como es debido? Veamos, pues el modo
de rezar para agradar a Dios y hacernos santos.
1.
Es preciso que la persona que reza el santo Rosario se halle en estado
de gracia o, almenos, resuelta a salir del pecado, pues la teología nos enseña
que las oraciones y buenas obras hechas en pecado mortal son obras muertas que
no pueden ser agradables a Dios ni merecer la vida eterna. En este sentido está escrito: Non est speciosa laus in ore peccatoris
(Eccli. 15,9)
La alabanza, la
salutación angélica, ni aun la oración enseñada por Jesucristo son agradables a
Dios cuando salen de la boca de un pecador impenitente: Populus hic labiis me honorat, cor autem
eorum longe est a me (Mc. 7,6).
Esas personas que ingresan en mis cofradías, dice Jesucristo,
y rezan todos los días el Rosario o una parte de él sin contrición alguna de
sus pecados, me honran con los labios, pero su corazón está muy lejos de mí.
He dicho: O al menos con la resolución de salir del pecado:
I.ᵒ porque si fuera necesario estar en gracia de Dios para hacer oraciones que
le fuesen agradables, se seguiría que los que están en pecado mortal no
deberían rezar, a pesar de que tienen más necesidad de ello que los justos, y,
por tanto, no debería aconsejarse nunca a un pecador que rezase el Rosario ni
una parte de él, porque le sería inútil, lo cual es un error condenado por la
Iglesia;
2. Porque si con voluntad de permanecer
en el pecado y sin intención alguna de salir de él, se inscribiese en una
cofradía de la Santísima Virgen o rezase el Rosario o una parte de él u otra
oración, se haría del número de los falsos devotos de la Santísima Virgen y de
los devotos presuntuosos e impenitentes que bajo el manto de la Santísima
Virgen, con el escapulario sobre su cuerpo y el Rosario en la mano, gritan: Santísima
Virgen María, yo os saludo; y, no obstante, crucifican y desgarran cruelmente a
Jesucristo con sus pecados y caen para su desgracia desde las más santas
cofradías de la Santísima Virgen a las llamas del infierno. Aconsejamos el santo Rosario a todo el mundo:
a los justos, para perseverar y crecer en gracia de Dios, y a los pecadores,
para salir de sus pecados. Pero no
agrada ni puede agradar a Dios que exhortemos a un pecador a hacer del manto de
protección de la Santísima Virgen un manto de condenación para ocultar sus crímenes,
y cambiar el Rosario, que es el remedio de todos los males en veneno mortal y
funesto. Corruptio optimi pessima. Es necesario ser ángel de pureza, dice el
sabio Cardenal Hugo, para acercarse a la Santísima Virgen y rezar la salutación
angélica. Ella hizo que un impúdico que
rezaba, por regla general, diariamente el Rosario, pudiera ver hermosos frutos
en un vaso manchado de inmundicias; y sintiéndose él horrorizado, le dijo la
Señora: He ahí cómo me sirves: me presentas rosas bellísimas en un vaso sucio y
corrompido. Juzga si pueden resultarme agradables.
Sunday, June 30, 2013
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